Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU exponen su visión de un futuro sostenible. El Objetivo 12, Garantizar pautas de consumo y producción sostenibles, es quizá el más relevante para todo tipo de procesos industriales.
Hay muchos cambios que los fabricantes pueden llevar a cabo para que sus procesos sean más sostenibles. Elegir contenedores y herramientas reutilizables y reciclables, optimizar las cadenas de suministro y optar por combustibles y materiales más limpios son las estrategias fundamentales. Pero, ¿qué ocurre cuando no se pueden evitar los materiales peligrosos?
Es el caso de muchas industrias fundamentales para nuestro modo de vida. Incluso ocurre en muchas industrias que serán cruciales para ser más ecológicas; los coches eléctricos, por ejemplo, funcionan con baterías de iones de litio. Es vital que estos materiales se transporten de forma segura para proteger a las personas y al planeta.
THIELMANN fabrica contenedores y equipos de acero inoxidable de alta calidad que hacen más seguros el transporte, la manipulación y el almacenamiento de materiales peligrosos. En esta entrevista con el director de productos y grandes cuentas, Zwoni Denac, nos explica el proceso de diseño que respalda la calidad de THIELMANN y nuestro compromiso con una industria más segura y sostenible.
Hola, Zwoni. En primer lugar, háblanos un poco de ti.
Trabajo en THIELMANN Granada como jefe de producto y Key Account Manager desde 2013. Provengo originalmente de la industria de automoción, donde trabajé en el desarrollo de vehículos durante muchos años. En THIELMANN, me ocupo de productos de acero inoxidable de alta calidad y aquí puedo aportar mi experiencia en el desarrollo de prototipos de la automoción para el desarrollo de contenedores industriales, especialmente para recipientes de presión y contenedores para mercancías peligrosas.
¿Con qué industrias trabaja el equipo?
Nuestros contenedores se utilizan en todo tipo de procesos. Líquidos, gases, electrolitos, equipos de tratamiento de aguas, diversos productos de la industria farmacéutica y química, lubricantes para procesos industriales, así como recipientes para muestras de aceites y soluciones de limpieza. Cada cliente es diferente y por eso tenemos un proceso de diseño tan detallado para los pedidos a medida.
¿Podría explicarnos este proceso?
Es una pregunta difícil, porque cada requerimiento de un cliente es único. La industria química es un buen ejemplo; actualmente, la base de datos de números CAS (Chemical Abstract Service) tiene 180.000.000 de sustancias orgánicas e inorgánicas, a las que se añaden otras 50.000 cada día.
¡Vaya! ¡Es asombroso!
Sí. Y cada una tiene sus propias normas y reglamentos, sobre todo si la sustancia es peligrosa. Empezamos cada proceso de diseño identificando el material en esta base de datos y ajustándolo a la normativa descrita. En el sector químico, éstas son necesariamente estrictas y extremadamente complejas; hay que cumplirlas al pie de la letra.
Esto se produce junto con una estrecha colaboración con el cliente, en la que analizamos el ciclo de vida del contenedor. Estudiamos exactamente para qué se va a utilizar el contenedor y cómo se va a integrar. Lo primero es un estudio de compatibilidad de materiales, donde evaluamos cómo interactuará el material con el acero inoxidable y otros materiales que forman parte de la estructura de la unidad.
¿Qué pasa si surgen obstáculos?
Estamos muy enfocados a encontrar soluciones. Por ejemplo, algunos ácidos pueden corroer el acero inoxidable. Una solución es recubrir el interior del recipiente con ETFE o PFA. Otro ejemplo son ciertos tipos de electrolitos. Si entran en contacto con el aire y la humedad, el efecto higroscópico provoca una reacción que puede crear ácidos peligrosos. Para evitar esta reacción, la sustancia se presuriza con un gas inerte. Así se garantiza que el recipiente permanezca completamente seco.
Muy ingenioso. ¿Así que siempre recomendaría el acero inoxidable como la mejor opción?
Desde luego. Desde el punto de vista medioambiental, es muy superior al plástico; basta con ver la cantidad de plásticos que hay en nuestros océanos. Esto no ocurriría con el acero. El acero inoxidable es totalmente reutilizable y tiene una vida útil extraordinaria. Estas cualidades lo hacen más seguro y ecológico cuando está en uso y, especialmente en el caso de accidentes como podría ser un incendio, se pueden limitar los daños, al contrario de lo que ocurre con el plástico.
¿Podría hablarnos un poco más de cómo integran los elementos de seguridad?
Claro. Como parte del análisis de materiales, evaluamos cómo se comporta el material en diferentes condiciones. Si hay peligro de implosión, nos aseguramos de que la unidad sea resistente al vacío. O, si hay riesgo de explosiones, el diseño tendrá que ser resistente a la presión. Esto requiere una revisión previa y con varios procedimientos de prueba que tienen que soportar un alto factor de seguridad. Hay muchos factores, pero esto da una idea.
Tras el análisis de materiales, la siguiente fase es evaluar el procedimiento de manipulación. Por ejemplo, si limar el contenedor puede crear electricidad estática, habrá que conectarlo a tierra. O, si la sustancia es un gas inflamable, podemos añadir un atrapallamas. Se trata de un conjunto de placas perforadas colocadas en la abertura del contenedor que absorben el calor de una llama para extinguirla antes de que escape.
También podemos añadir dispositivos de seguridad adicionales en función de la experiencia o los conocimientos del usuario. Por ejemplo, en una cadena de producción u otro proceso de manipulación, es poco probable que todo el equipo tenga el máximo nivel de conocimientos o formación sobre el medio. En este caso, podemos añadir sistemas de cierre imposibles de abrir si la unidad está presurizada.
Por eso analizamos con tanto detalle los procesos y las instalaciones del cliente. La seguridad es primordial.
Sin duda. Antes ha mencionado que los envases de acero inoxidable son reutilizables. ¿Es así independientemente de lo que hayan contenido?
Más o menos, con muy pocas excepciones. Lo bueno del acero inoxidable es que es totalmente aséptico y fácil de limpiar. No importa lo que haya contenido el recipiente, puede higienizarse y volver a utilizarse. Esto es así hasta el final de su ciclo de vida, cuando es 100% reciclable.
Entonces, aunque el material fuera tóxico, ¿el acero podría tener una nueva vida?
Sí, por supuesto, siempre que haya un proceso de limpieza profesional previo al reciclaje.
Sorprendente. ¿Hay algo que el acero inoxidable no pueda contener?
Por desgracia, sí. Pero estamos trabajando de forma proactiva para encontrar soluciones. No puedo dar detalles de nuestra investigación, pero estos avances podrían ser muy importantes para las industrias ecológicas del futuro.
Muy interesante. Gracias por su tiempo, Zwoni.
Más información sobre la gama de pequeños contenedores industriales de THIELMANN aquí.