Recipientes a Presión ASME

LA SEGURIDAD ES EL OBJETIVO PRINCIPAL

• Los recipientes a presión de THIELMANN llevan el Código ASME «U» o «UM», según se define en la Sección VIII, División 1.
• El código de calderas y recipientes de presión (BPVC, por sus siglas en inglés) de la ASME es un estándar que establece normas para el diseño, fabricación e inspección de calderas y recipientes a presión. Un elemento a presión diseñado y fabricado de acuerdo con el presente estándar tendrá una larga vida útil, garantizando la seguridad de la vida humana y de la propiedad.
• Según la Sección VIII, División 1, de la ASME, existen designaciones distintas para los recipientes a presión que indican que los recipientes más grandes deben recibir el sello U, mientras que los recipientes más pequeños o reducidos deben recibir el sello UM. Sin embargo, esta no es la única diferencia entre los dos. Los recipientes a presión designados con el sello UM no están obligados a someterse al mismo régimen de inspección que los recipientes a presión más grandes etiquetados con el sello U.
• El hecho de cumplir con estos códigos significa que THIELMANN es totalmente consciente y cumple con las normas que rigen el diseño, la fabricación, el montaje y la inspección de los componentes de los recipientes a presión durante la fase de construcción.
• Los recipientes de THIELMANN se utilizan en una gran variedad de entornos y procesos, por lo que como empresa que se enorgullece de la seguridad, era fundamental estar certificada según estos estándares tan exigentes.

LA CALIDAD Y LA ATENCIÓN A LOS PEQUEÑOS DETALLES TIENEN UNA IMPORTANCIA PRIMORDIAL

• Como empresa que se enorgullece de la experiencia y la innovación, otro estándar ASME crucial para THIELMANN es la mejora continua. Este estándar fundamental se alcanza invirtiendo en la formación y educación del personal, y también refleja la cultura en su conjunto dentro de la empresa.
• En cuanto a la calidad, THIELMANN cuenta con un departamento dedicado al control de calidad, cuyo objetivo es garantizar la precisión y la exactitud en todo momento. Este estándar se alcanza gracias a las pruebas de calidad periódicas y también es controlado por la organización de la ASME mediante su propia ejecución de inspecciones periódicas.